Vitamina K Y Anticoagulantes Para El Deporte

Vitamina K y anticoagulantes

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La vitamina K es un micronutriente poco conocido en la población pero, al igual que otras vitaminas (B, C, D,…), tiene una gran importancia metabólica para el buen funcionamiento del organismo. Sin embargo, para las personas con enfermedades cardiovasculares que requieren tratamiento anticoagulante (o AVK para la antivitamina K), la vitamina K es un concepto más común y se utiliza de forma nutricional y dietética.

Al igual que las vitaminas A, D y E, la vitamina K es liposoluble, es decir, soluble en grasas (grasas y aceites); se encuentra principalmente en las hojas de las verduras verdes y en menores cantidades en el hígado, la carne, los cereales, los productos lácteos y las frutas.

Roles de la vitamina K

– Coagulación sanguínea, mediante la activación de proteínas dependientes de vitamina K que juegan un papel importante en la coagulación,

– Mineralización ósea (fijación de calcio en los huesos),

– Crecimiento celular.

Fuentes de vitamina K

La vitamina K de origen vegetal, que es suministrada por los alimentos, se llama filoquinona (vitamina K1). La mitad de la vitamina K que asimilamos es producida en nuestro cuerpo por las bacterias del cólico. La vitamina K bacteriana se llama menaquinona (vitamina K2). Esta forma de vitamina K también se encuentra en los aceites de pescado, el hígado, los productos lácteos (leche, yogur, queso…), pero también en el miso. Existe una tercera forma, la menadiona (vitamina K3) de origen sintético.

Principales fuentes de alimentación: hortalizas de color verde oscuro en general, incluyendo col verde, coles de Bruselas, coles de brócoli, ensaladas verdes (lechuga, escarlata, rúcula…), berros, perejil, espinacas, judías verdes, guisantes, puerros, pepinos, espárragos, algas, aceites vegetales (colza, aceituna, soja…), hígado, aceite de pescado….

Nota: La cocción no destruye la vitamina K

Requisitos de la vitamina K

La necesidad de vitamina K es extremadamente baja porque el mecanismo de reciclaje del cuerpo para la vitamina K es muy efectivo. Se estima que estas necesidades son de 1 µg por kilogramo de peso corporal al día, lo que se define para permitir una actividad coagulante normal tanto en hombres como en mujeres.

La ingesta recomendada de vitamina K es de 70 µg al día para un adulto. Las necesidades están cubiertas en gran medida por la dieta, ya que una comida regular para adultos puede aportar entre 300 y 400 µg de vitamina K. Las mujeres embarazadas y lactantes tienen una mayor necesidad de vitamina K. La deficiencia de vitamina K es muy rara en los adultos. Se manifiesta en hemorragias y moretones en la piel. La deficiencia, común en los recién nacidos, se trata con suplementos de vitamina K.

Tratamiento anticoagulante (antivitamina K o AVK) y dieta

Los anticoagulantes orales actúan bloqueando una enzima en las células hepáticas que activa la vitamina K exógena (es decir, la que proporciona la dieta).

La dosis prescrita debe tener en cuenta los hábitos alimentarios del paciente y se le debe informar de que no debe cambiar repentinamente sus hábitos, en particular convirtiéndose repentinamente en un consumidor empedernido de verduras verdes o hígado de cerdo si no lo ha hecho. Si se producen tales cambios, la dosis de antivitamina K debe aumentarse en consecuencia. Por otra parte, una reducción repentina de la ingesta dietética de vitamina K llevaría a una sobredosis del fármaco anticoagulante, mientras que la reducción del consumo de verduras verdes podría conducir a la hipocoagulabilidad

El curso de acción es, por lo tanto, sencillo:

  • Mantenga los mismos hábitos alimenticios que antes de comenzar el tratamiento, si son diversificados, variados y equilibrados de acuerdo con sus necesidades específicas,
  • Y evite combinar varios alimentos muy ricos en vitamina K (por ejemplo, hígado de cerdo con coles de Bruselas) en el mismo día.

Consejos de prevención sobre las dietas antivitamínicas K o AVK

No deben aplicarse restricciones dietéticas injustificadas. La diversidad, la variedad y una dieta equilibrada siguen siendo prioridades.

Tenga cuidado con la estricta y extrema dietética del desalojo que puede promover la aparición de la deficiencia de vitamina K, por el desalojo de un cierto número de productos de una manera anárquica y mal controlada!

 

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