Vitamina D y Deporte – DEPORTESDECIUDAD

Vitamina D y Deporte

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Vitamina D: ¡Vitamina del sol!

La vitamina D o calciferol es una vitamina liposoluble, es decir, soluble en grasas (lípidos) y absorbida en el intestino delgado. A diferencia de otras vitaminas, tiene un doble origen, tanto endógeno como exógeno. «Endógena» porque 2/3 de la vitamina D es sintetizada por la piel bajo la influencia de la luz solar (Ultravioletas B (UVB)) a partir de derivados del colesterol, «Exógena» porque el otro tercio es aportado por los alimentos.

Existen varias formas de vitamina D, pero las principales son:

Vitamina D2 o Ergocalciferol, de origen vegetal. No sintetizado a nivel de la piel, se encuentra en la mayoría de los alimentos vegetales, pero en pequeñas cantidades, como los hongos.
Vitamina D3 o colecalciferol, sintetizado a nivel cutáneo (UVB), pero también aportado por los alimentos de origen animal: pescados grasos (salmón, arenque, anguila, anchoas, sardinas, trucha, caballa, atún…), aceite de pescado, productos lácteos grasos, yema de huevo, mantequilla, hígado….

Vitamina D: papeles principales a nivel del organismo:

Mineralización ósea

La vitamina D está implicada en la absorción intestinal de calcio y fósforo, y por lo tanto en la homeostasis de calcio y fósforo. Por lo tanto, se recomienda su uso en la prevención de la osteoporosis. Los casos extremos de deficiencia (deficiencia) provocan raquitismo en los niños (enfermedad de crecimiento y osificación) y osteomalacia (descalcificación ósea) en los adultos, con trastornos del metabolismo del calcio y el fósforo y deformidades óseas.

Funcionamiento neuromuscular

La vitamina D contribuye al buen funcionamiento de los músculos y a la regulación del corazón. Una deficiencia promueve la debilidad muscular y la hipotonía.

Regulación del sistema inmunológico

La vitamina D actúa en el mantenimiento de las defensas inmunitarias del cuerpo y, por lo tanto, en la prevención de infecciones, por ejemplo (en particular, las infecciones «altas» relacionadas con el oído, la nariz y la garganta, u ORL, y las esferas pulmonares).

Dosis e ingestas recomendadas de vitamina D

Para conocer su nivel de vitamina D, es la 25-(OH)-vitamina D (25OHD) (vitamina D hidroxilada en el hígado) que se mide en la sangre. Esta dosis refleja el stock y la disponibilidad de vitamina D en nuestro cuerpo. Un valor por debajo de 10ng/mL (25nmol/L) indica un perfil vitamínico deficiente, entre 10 y 30ng (25-75nmol/L) indica un perfil deficiente. Las concentraciones normales y deseables deben estar entre 30 y 80 ng/mL (75-200nmol/L).

La toxicidad puede producirse a partir de un nivel en sangre de 150 ng/mL. La ingesta diaria recomendada (CDR) de vitamina D (según la Directiva 2008/100/CE) es de 5µg (200 UI*).

Consejos de prevención

Cuidado con la estricta dietética vegetariana o macrobiótica que puede favorecer la aparición de carencias de vitamina D, mediante el desalojo de ciertos productos de forma anárquica y mal supervisada (» Gurus «, » All-purpose coaches «…)!

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