La natación es a menudo la primera actividad guiada del bebé. Se dice, por ejemplo, que los niños saben nadar instintivamente, y que cuanto antes los arrojen al agua, mejor. Pero, ¿es eso correcto?
Es cierto que los niños no tienen miedo al agua: este miedo sólo viene después. Además, los recién nacidos tienen excelentes habilidades motoras en el agua: esto se llama «reflejos de natación», reflejos que se benefician de la estimulación. Por eso muchos quieren ofrecer a sus hijos el contacto con el agua lo antes posible.
Bebé nadador
Desde el principio, evitemos confusiones: el principio del «bebé nadador» no se trata de aprender a nadar. De hecho, es una introducción al agua, al placer de sumergirse. Se dice que la actividad «baby swimmer» es excelente para promover las habilidades motoras (que serán esenciales para aprender a nadar), la confianza y la autonomía del bebé. Además, como usted también debe mojarse, «baby swimmer» le permite pasar un rato muy agradable con su hijo, lo que tiene el efecto de desarrollar el vínculo de apego.
¡Vamos, salta! ¡Al agua!
Pero, ¿a qué edad podemos empezar estos cursos introductorios? La mayoría de las escuelas recomiendan el entrenamiento para niños de 3 meses de edad y mayores, aunque algunos cursos a veces se adaptan para recién nacidos de 6 semanas de edad. La Cruz Roja acepta pequeños nadadores (siempre acompañados por sus padres, por supuesto) a partir de los 4 meses de edad.
No importa dónde decida matricular a su hijo, el principio es casi siempre el mismo. Dependiendo de la escuela, la duración de estas clases varía de 30 minutos a 45 minutos.
Al principio, se le enseñará a su bebé a sentirse cómodo en el agua y, poco a poco, bajo el agua. Gracias a su apoyo constante, esta experiencia se desarrolla en un clima de confianza y exploración.
Beneficios de la natación para bebes
Como mencionamos, la natación promueve la motricidad: ¡pero eso no es todo! El agua estimula los sentidos del bebé. Es por ello que «bebe nadador» proporciona un despertar sensorial completo: temperatura del agua, temperatura ambiente, ruido ambiental, contacto con el agua en la piel, luces y chispas de agua…. La actividad también acerca al niño y a sus padres. A medida que progresa, sus padres lo felicitan. El bebé aprende a superarse a sí mismo en un ambiente de amor, lo que, a largo plazo, promueve la autoestima.
Además, la actividad es excelente para los niños con discapacidades.
Suavemente y con cuidado
Contrariamente a lo que mucha gente cree, no tiras a tu bebé a la piscina en la primera sesión y dices: «¡Ala!». El contacto con el agua debe ser muy suave, en los brazos de los padres. Por lo tanto, un niño recalcitrante nunca es forzado a entrar en el agua. El bebé evoluciona a su propio ritmo, a través de sesiones dirigidas por un salvavidas. También se pondrán a disposición de los participantes varios accesorios que permitirán que el niño evolucione y se desarrolle al máximo.
Por supuesto, cada sesión se adapta al niño, a sus antecedentes únicos, pero también a su edad. La mayoría de las piscinas también se calientan para que el niño no tenga frío.
Introducir al bebé al agua
- Ayude a su bebé a descubrir las alegrías de la piscina!
- Haga que la hora del baño sea divertida. Riegue suavemente su cuerpo con agua o acuéstelo boca arriba y muévalo lentamente por el agua.
- Para su primera visita a la piscina, evite las horas pico. Pídele a un amigo que te acompañe o que asista a una clase de natación para bebés. Si usted se siente relajada y segura, también lo estará su bebé.
- Cuando usted entra al agua por primera vez, asegúrese de que la cara de su bebé esté cerca de la suya y mantenga el contacto visual manteniéndolo cerca de usted. Cuando esté relajado y más seguro de sí mismo, puede extender los brazos para alejarla de usted.
Los placeres del agua con un bebé
Aquí hay algunas ideas para ayudar a su bebé a disfrutar del agua:
- Deje que su bebé salpique y juegue con sus juguetes de baño. Tira uno a la piscina y muévelo hacia adelante en el agua para que él lo agarre.
- Una vez que él o ella pueda sentarse, por lo general alrededor de los 6 meses de edad, siéntese junto a la piscina y levántelo para saltar al agua.
- Acuéstalo boca arriba con la cabeza sobre tu hombro. Anímelo a patear.
- Usted puede sumergir a su bebé bajo el agua por un segundo o dos – algunas investigaciones muestran que los niños pequeños no respiran cuando están en el agua – pero usted puede sentirse más seguro si lo hace bajo la supervisión de un salvavidas para bebés.
¿Qué precauciones debo tomar con un bebé en la piscina?
Para mantener a su bebé a salvo en la piscina:
- Compruebe que la temperatura del agua sea de 29/30° C. El personal de la piscina puede confirmarlo.
- Saque a su niño pequeño del agua tan pronto como empiece a temblar o sus labios se pongan azules y envuélvalo en una toalla caliente.
- Comience con sesiones de 10 minutos que pueden extenderse a 20 minutos. Si su bebé tiene menos de 1 año de edad, evite permanecer en el agua por más de media hora.
- Si su hijo tiene un resfriado o no se ve muy bien, evite la piscina.
- Si su bebé tiene la piel sensible, asegúrese de que el cloro no lo irritará.